La Iglesia Adventista del Séptimo Día y su rol en la prevención del abuso
Algunas de las misiones y responsabilidades de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la prevención del abuso son:
Educar a la iglesia, incluyendo a los padres y a los hijos
Investigar los antecedentes de los voluntarios que trabajarán con los niños
Tener políticas de protección para los niños
Reportar todas las formas de abuso
Tratar con el perpetrador
Apoyar a todas las víctimas
Aconsejar
Familiarizarse con las declaraciones oficiales de la Iglesia Adventista sobre la violencia.
¿Cómo puede la iglesia ayudar a la víctima?
Enseñar a las víctimas que está bien admitir el problema y encarar la verdad.
Enseñar a las víctimas a identificar y manejar sus emociones.
Enseñar a las víctimas a identificar y manejar sus sentimientos de culpabilidad.
Enseñar a las víctimas a poner la culpa donde pertenece — sobre el perpetrador.
Enseñarles a alejarse del perpetrador y reconocer situaciones peligrosas.
Preparar a las víctimas para que salgan de la relación de maltrato.
Enseñar a las víctimas a poner barreras.
Proveer consejería.
Animar a las víctimas a reclamar las promesas de Dios y fuerza para el futuro.
¿Cómo puede la Iglesia ayudar al perpetrador?
Enseñarle a admitir su comportamiento, y aceptar que merece el castigo.
Mantenerlo alejado/a de las actividades que involucran trabajar con posibles víctimas.
Proveer consejería. Esta es una de las contribuciones más importantes que la iglesia puede hacer para el maltratado y el agresor.
Enseñar la importancia de evitar materiales pornográficos y violentos.
Presentar a Dios como perdonador, y exhortar a la confesión de los pecados a Dios.
Animar al perpetrador a unirse a un grupo de apoyo.