El Pentecostés en los tiempos bíblicos
La ascensión al cielo de su maestro, el Hijo de Dios, no los dejó por el suelo. Los discípulos y apóstoles de Jesús a pesar de estar triste por no ver más a su maestro, aceptaron fielmente la gran comisión de salir a predicar el evangelio de Jesús y las buena snuevas del reino a toda nación, tribu, lengua y pueblo. Pero para cumplir esta misión de salvación tendrían que prepararse muy bien y por ello, momentos antes de partir Jesucristo les prometió que les enviaría El Espíritu Santo para que anduviese con ellos, los tocáse y con su ayuda miles entendiesen el mensaje del cielo.
Para poder recibir al Espíritu Santo y recibir todo el poder prometido en la gran comisión de la predicación del evangelio se requirió de una gran preparación y consagración previa. Durante varios días, el libro de los Hechos de los apóstoles en Las Sagradas Escrituras registra que los discípulos estuvieron reunidos y apartados orando y estudiando la Palabra, recibiendo el calor y la fuerza espiritual para que el Espíritu Santo pudiera descender sobre ellos.
Al momento de recibir el Espíritu Santo todos comenzaron a habalr en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen. De esta forma estos seguidores de Jesús, en su mayoría de condición social humilde, pudieron interpetar diversas lenguas e idiomas de la región para predicar el evagelio a los gentiles de las naciones cercanas.
Con la ayuda del Espíritu Santo, Pedro y los otros once apóstoles bautizaron ese día a más de 3000 personas, en uno de los mayores actos masivos de entrega a Dios registrados en Las Sagradas Escrituras.
La Biblia registra el acontecimiento de la siguiente forma:
" Cuando llegó el día del pentecostés estaban todos unánimes juntos.Y de repente vino del cielo un estruendo como d eun viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen. ..." (Hechos 2:1-4)